Como comentaba en la entrega anterior, si se batalla con la flama en los quemadores de tu estufa y todas las conexiones están bien, lo más seguro es que o las espreas requieran de ajuste o de plano sean espreas de gas LP.
La esprea es un accesorio de cobre por donde pasa el flujo del gas hacia el quemador. Para gas LP se utilizan espreas con un orificio muy pequeño y para gas natural se requiere un mayor flujo del gas.
Por alguna razón en ciudades grandes como Monterrey en donde la mayoría de la gente tiene gas natural los fabricantes solamente envían sus estufas con espreas de gas LP.
En ese caso tenemos de dos sopas, o conseguimos las espreas de gas natural o le hacemos un ajuste a las que vienen con la estufa.
Yo sé que es un tanto chapucero, hay que tantearle pero funciona. Peor de los casos, echas a perder la esprea y se consigue la esprea correcta y ya.
El ajuste consiste en hacer más grande el orificio de la esprea. Así que tomamos un taladro portátil, le ponemos la broca más pequeña que encontremos y papas, procedemos a agrandar el orificio. Con mucho cuidado y probando que salga la flama al nivel deseado. Lo ideal es que salga uniforme de color azul, aunque un poquito de amarillo no hace daño.
Las fotos de la comparativa no quedarón bien. Así que esa parte está pendiente (la foto del antes si salió bien). En el antes salía muy poquita flama y toda dispareja, no llenaba los agujeros del quemador. En el después ya sale uniforme, con mucha instensidad pero debidamente regulable con la perilla.