Salud

En este punto debemos solo pensar en vivir “un día a la vez”. Sin embargo es tentador pensar en lo que depara el futuro y replantearse la pregunta filosófica “¿que estoy haciendo aqui?”.

En lo personal creo que viví una vida plena, hice muchas cosas chidas y siento que no habría problema si el día de mañana este montón de carne y huesos (y grasita) dejan de operar. Sería bueno poderse “retirar” viviendo bien.

Tal vez no pensaría así si supiera la razón del porque inventaron todo este relajo del Covid-19, que es lo que tratan de lograr los dueños del mundo con todo este caos. Porque no pueden conformarse con lo que tienen. Igual los que quieren convertir este pueblo mugroso en el próximo Corea del Norte/China/Venezuela.

En fin así las cosas. A seguirle echando ganitas.

 

Voy a comentar sobre mi teoría del mazacote aplicada al manejo en la ciudad de Monterrey y sus alrededores.

Mi teoría es que a la gente en general (no solamente en el manejo) le encanta ir a meterse a la bola. Hay diferentes razones para estar en el mazacote y diferentes tipos de mazacote.

Automovilísticamente hablando uno de los tipos de mazacote es el mazacote en movimiento. De lo que se trata es guardar distancia de unos dos o tres carros con el de adelante. La teoría es que no importa que otros se vayan metiendo puesto que el mazacote se sigue moviendo. Si se empiezan a mover más lento se puede ajustar para seguir conservando distancia. El beneficio es el de obtener algo de espacio, aumentar nuestro tiempo de reacción y aumentar la seguridad.

En ese escenario, al ir pegado al de aldelante no se gana tiempo, y si corremos un mayor riesgo de colisión.

El pasado Sábado mientras circulaba por Gonzalitos en dirección al sur puse la teoría en práctica. Como es sabido, en general a medida que te acercas al hospital se hace el atoradero. Dependiendo del día y de la hora pudiese estar más atorado desde más atrás, aunque eso ya sería otra discusión.

En el caso del Sábado despuecito de las 9:00 am el mazacote está más cerca del hospital. Total que a medida que me acercaba a la bola, bajé la velocidad hasta unos 30 km/h aprox guardando dos o tres carros de distancia. No me acuerdo cuantos vehículos se metieron delante pero no tuve que detenerme completamente en ningun momento hasta que se acabó el transito mazacotudo (pasando Insurgentes aproximadamente). Gracias a la estrategia no me arriesgué a pegarle al de adelante ni a que se me metieran a la mala, manteniendo mi sanidad en el proceso.